Pronto tendré el placer de darte la bienvenida a la tierra que los antiguos romanos vinieron a llamar ‘El fin del mundo’, la misma tierra que alberga el mayor destino de peregrinación del cristianismo.
Una tierra donde la lluvia es arte, pero cuyas playas están reconocidas entre las más maravillosas del planeta. Donde la comida es algo más que alimento, es cultura, es vida y es una experiencia plena.
Te espero en la tierra de la nostalgia, la tierra que quedó grabada en el corazón de tantos que nacieron aquí o que una vez la conocieron.